Supongamos que usted es un simple poligrillo y que su capacidad para comprar dólares es mínima, por ello, esta nueva operatoria le es indiferente.

Sacúdase esos piojos, usted se ha convertido, por obra y magia de la nueva operatoria en un futuro millonario. Lento, pero seguro.

Voy al grano: Usted por ejemplo, vende golosinas en un kiosquito, que apenas le da para mantener a su esposa, tres hijos con su mujer actual y dos con la anterior.

Usted tiene una capacidad de ahorro cero, vamos a suponer que gana un mínimo, mínimo, supongamos 5000 pesos por mes (para mantener ese familión, con menos que esto sería imposible). Con ese monto por mes, usted puede comprar, por ejemplo: 200 dolares, para no decir 100.

Entonces usted comenta en las orejas adecuadas que tiene “en venta” su capacidad de ahorro (que por supuesto es fantasiosa), para comprar dólares.

Lo contacta un buen vecino y usted compra por él, 200 dólares a cambio de un 10%, usted se quiere quedar con 20 dólares.

Vualá, todos los meses, sin poner ni un peso, usted comienza a tener una capacidad de ahorro 20 dólares por mes, sin poner ni un peso.

Ahora, al año, cuenta con 240 dólares ahorrados (aproximadamente 1000), que es mucho más que cualquier interés de dinero puesto a plazo fijo, sin el riesgo del capital inmovilizado.

Estos 20 dólares, invisibles, pueden servir ahora para irse de vacaciones.

Imaginemos la misma situación para  100 personas, que no es nada en referencia a la cantidad de población, sólo en Capital Federal.

Ya hay en el mercado un circulante de: 20.000 dólares, de los cuales 200 están en “servicios”, montos invisibles en manos de alguien.

Ahora llevemos esto a un negocio en serio.

Supongamos que tiene un sueldo de 10.000 pesos, podría comprar mis propios dólares, suponiendo una capacidad de ahorro de 1000 dólares al mes, ya que en un profesional exitoso.

¿Compro dólares para mí? NO, compra dólares para otros, por ejemplo, los coloca en Inmobiliarias, a las que seguramente este proceso nuevo los debe tener preocupados; decía: vendo mi capacidad de comprar dólares a cambio de conseguir el 10% de la transacción.

¿Es un porcentaje un poco excesivo?, depende de las necesidades del ofertante, quizás es pobre.

En este caso, me quedaría con un 10%, es decir: 500 dólares sin haber gastado ni un peso y perfectamente justificados.

No sé a quién se le ocurrió esta ridiculez, pero esperamos que haya alguien sensato que se de cuenta que la inoperatividad de la operación, no es meramente de ineficacia en los sistemas de AFIP y bancarios para largar semejante tontería, sino que se viene un negocio que no sólo no reducirá la evasión, sino por el contrario: la aumentará.